Hablamos con Alexandra Fernández, encargada y trabajadora de un centro de depilación láser y medicina estética situado en un conocido Hipermercado de Cuenca y afirma que los prejuicios siguen vigentes hoy en día en la sociedad y que siguen sorprendiendo las personas con tatuajes, aunque no debería porque es cada vez más común. Estas opiniones cree que se deben a la mentalidad de las personas, a lo que están acostumbrados educacionalmente, también a lo que han vivido y han visto y sobre todo los medios de comunicación. 

 

Nos da su opinión sobre la imagen de cara al público y el hecho de que los trabajadores vayan tatuados, en este caso desde su puesto de trabajo, el mundo de la estética, ya que ha tenido compañeros con adornos corporales. Reconoce que el hecho de que una persona en su centro vaya tatuada si supone problemas ante los clientes, ya que son muy diferentes entre ellos y pueden sentirse incómodos, y Alexandra asegura que por seguridad laboral los piercing si es necesario quitarlos para trabajar.

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Alexandra visita varias ciudades por trabajo para supervisar los diferentes centros que hay repartidos por España y asegura que en Madrid la aceptación del tatuaje está mucho más avanzada que, por ejemplo, en Cuenca.

 

Cabe destacar que ella misma considera que "el tatuaje es obra de arte y que cada uno es libre de ponerse en su piel un dibujo". En definitiva, cree que cada uno somos libres de plasmar en el cuerpo lo que nos apetezca.